Alfredo Martinez Sanchez

©Alfredo Martinez Sanchez (2017-2023)

Grupo de Trabajo "Mindfulness en contextos educativos" 2018-2019

Este curso sigo coordinando el Grupo de Trabajo dependiente del CEP de Málaga. Con la incorporación de nuevos miembros el grupo se ha ampliado a 16 participantes e involucra ya a 5 centros de la provincia.


RESEÑA-RESUMEN DE ALGUNOS CAPÍTULOS DE LA OBRA QUE ESTAMOS LEYENDO
"LA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA" de Jon Kabat-Zinn

LA MEDITACIÓN NO ES LO QUE CREEMOS
            En primer lugar, el autor afirma que la meditación (no especifica si se refiere a mindfulness o a la meditación en general) debe ser concebida en términos de "modo de ser" más que como una técnica o un conjunto de técnicas. Esto no significa que no haya métodos y técnicas asociados con la práctica de la meditación, pero solamente son vehículos (en otros lugares el autor las llama andamios o apoyos).

En segundo lugar, la meditación no es relajación, “no es otro modo de hablar de la relajación (p. 58 –todas las referencias son de la edición en inglés Coming to our Senses 2005, reimpresión 2013). Aunque frecuentemente la meditación va acompañada de estados de relajación, la meditación mindfulness consiste en: “abrazar todos y cada uno de los estados que emergen en nuestra conciencia, sin inclinarnos por uno en detrimento de los demás” (p. 59). Esto es importante con respecto a la cuestión de la relajación ya que los estados que no vayan acompañados de relajación no indican que nuestra práctica meditativa no esté funcionando o no sea correcta. El dolor, la angustia, el aburrimiento, la impaciencia, la frustración, la ansiedad o la tensión en el cuerpo, todos son objetos igualmente válidos de nuestra práctica, todos proporcionan una oportunidad para la comprensión (insight) y para el aprendizaje (y también, según Kabat-Zinn, para la “liberación”, p. 59) (“Todos los estados mentales y corporales […] son verdaderas ocasiones para conocernos mejor a nosotros mismos”, p. 62) En la medida en que todas esas experiencias o todos esos estados son contenidos de la conciencia les es aplicable la idea de que lo importante no es el contenido de la experiencia, sino cómo nos relacionamos con ella. Esa relación se define por lo que podríamos llamar la “conciencia aceptante” (esta expresión tal cual no es usada por el autor, pero pretende reflejar su pensamiento) del momento presente en toda su riqueza.
En este sentido, nuestros deseos y nuestras expectativas con respecto a la meditación pueden convertirse en obstáculos o desviarnos de la misma, en tanto que funcionen como resistencias o filtros con respecto a lo que en la meditación está ocurriendo, tal y como está ocurriendo, en el momento presente (de alguna manera, abandonamos –el apego– a nuestros deseos y expectativas para “descansar en el experiencia desnuda del momento presente”, p. 62). Los deseos, los objetivos, y las expectativas pueden ser tratados simplemente como otro contenido de conciencia, como otro pensamiento más.
[La noción de “mente original, intacta, y no condicionada” resulta filosóficamente bastante discutible: v., p. 62].
Personalmente, subrayaría esta visión antropológica que Kabat Zinn refleja en muchos de sus textos: “Uno es mucho más que la suma de sus pensamientos, ideas y opiniones, incluido lo que digan sus pensamientos acerca de quién es, de lo que es en el mundo y de las historias y explicaciones que ahora mismo nos contemos al respecto” (p. 62).

Es posible detectar una potencial fuente de confusión en el uso del término “meditación” en la p. 60. Por una parte, el autor afirma que es un error creer que la meditación es una herramienta para controlar o tener determinados pensamientos. Pero añade que, efectivamente, “hay formas concretas de meditación discursiva que apuntan al cultivo de cualidades concretas (como la bondad y la ecuanimidad) y de emociones positivas (como la alegría y la compasión)”. Posiblemente, lo que llama meditación sin más sea la meditación mindfulness (¿o quizás está hablando de la meditación en general, siendo las formas concretas que cita excepciones o anomalías? No queda muy claro). Actualmente, mucha gente usa el término mindfulness en un sentido que incluye ese tipo de prácticas o “formas concretas de meditación discursiva”, de hecho, el programa MBSR ya ha empezado a incluir meditaciones del tipo “loving kindness”, que también aparece al final del capítulo que revisamos a continuación (v., p. 271), como forma de cerrar el paseo meditativo.

EL PASEO MEDITATIVO
La primera característica de este paseo, de este caminar, es precisamente que consiste en una meditación. En el paseo meditativo cultivamos la misma actitud que en la meditación sedente. Mantenemos la conciencia no juzgadora, y cuando nos damos cuenta de que nuestra mente se ha ido o de que está vagando volvemos a traer amablemente la atención a nuestro objeto de meditación. Que no solo es el cuerpo en movimiento sino el funcionamiento de la propia mente.
La segunda característica es que no vamos a ninguna parte. No es un caminar utilitario o funcional. Por este motivo nos movemos en un recorrido reducido, de 10 o 12 pasos, por ejemplo. Y lo hacemos lentamente para facilitar la conciencia de las sensaciones y de la experiencia en su conjunto.
Comenzamos poniéndonos de pie y tomando contacto con nuestro cuerpo, permaneciendo inmóviles por un momento. Luego, justo antes de iniciar el primer movimiento tratamos de percibir el impulso inicial. Antes de que el pie se levante del suelo ya está ocurriendo algo.
Al principio, podemos mantener la atención preferentemente en el movimiento de las piernas y en los distintos contactos de los pies sobre el suelo, más adelante podemos llevar la atención también a la respiración y a otras sensaciones corporales, al movimiento de los brazos, a la oscilación del cuerpo, quizás al tacto de la brisa o del sol sobre la piel. Finalmente, podemos prestar también atención a nuestra mente, observando los pensamientos o las emociones que surgen mientras caminamos.
Con la práctica podemos ir adaptando estas orientaciones y experimentando con diferentes modos de caminar y de mantener la atención (el propio texto sugiere, por ejemplo, coordinar el movimiento con la respiración).


PRÁCTICA DEl NO-JUICIO
En la reunión de noviembre propuse dedicar un día a cultivar el no-juicio. ¿Es posible dedicar todo un día a intentar no juzgar? ¿Podemos conseguirlo al menos por unos momentos? ¿Qué entendemos por juzgar? Estas fueron algunas de las cuestiones que surgieron. La idea no es tanto la de conseguir un objetivo más bien ambicioso sino la de explorar, con las mismas herramientas de mindfulness, esta actitud, que forma parte de la definición operativa de mindfulness que estamos manejando. 

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