Alfredo Martinez Sanchez

©Alfredo Martinez Sanchez (2017-2023)

domingo, 12 de marzo de 2017

"CARPE DIEM" VERSUS "CUIDAR EL MOMENTO". "¿Vivir el Momento" o "Vivir Ahora"?

Jon Kabat-Zinn cuenta en Vivir con Plenitud la Crisis que, después de un charla, un periodista le comentó "Ah, ya entiendo, Usted quiere decir vivir el momento", a lo que él respondió "No, no es eso. Eso tiene connotaciones hedonistas. Lo que quiero decir es vivir en el momento (pp. 56-57). Para hacer más explícita esa diferencia semántica sutil yo diría "vivir ahora". Vivir el momento y vivir ahora pueden ser dos cosas completamente distintas (dependiendo de cómo se interpreten).

Quizás podría decirse que las dos expresiones que aparecen en el título de esta entrada (Carpe Diem/Cuidar el Momento) son dos formas diferentes de entender una misma idea, la idea de vivir el momento, pero aquí voy a distinguir entre vivir el momento y el "Carpe Diem", por un lado, y vivir en el momento, en el sentido de vivir ahora, por otro. La primera, "Carpe Diem", suele tener las connotaciones hedonistas a las que hace referencia Kabat-Zinn, mientras que la segunda ni cae en el apego a lo agradable ni en la evitación de lo desagradable. Otra diferencia fundamental, es que la primera es compatible con la inconsciencia y la segunda no lo es, ya que su esencia consiste, precisamente, en la atención consciente al momento presente. En este sentido, vivir ahora equivale a cuidad el momento.

Vivir ahora y cuidar el momento no solo son compatibles con disfrutar de lo que la vida nos ofrece, sino que, además, fomentan el enriquecimiento y la profundidad de nuestra experiencia y de nuestra capacidad de apreciar lo que ocurre en este preciso momento. Salir de la mente y volver a la vida significa tomar contacto con la vida aquí y ahora, y eso implica tomar contacto con los sentidos y con el cuerpo, con atención y gratitud, redescubriendo cada día y cada instante los matices del sabor de un te, el brillo de la luz del sol sobre los objetos, el espectáculo de las nubes, la magia de nuestro propio movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario